El caso de la jubilada que no puede pagar su rescate reabre el debate del pago de los bomberos

La lucha  de Elvira Fernández Pérez apunta a final feliz. Esta jubilada ha arrancado al Concello de Ourense no solo la promesa de no cobrarle su rescate por parte de los bomberos sino también, al hilo de su peculiar caso, cambiar  la ordenanza por la cual se cobra las intervenciones del servicio público. Y de paso, ha logrado reabrir el debate sobre qué tarifas cobran los ayuntamientos y qué medios ofrecen realmente.

"Desde Seguridad ya se está planteando condenarle las taxas y eso nos llevará a revisar la ordenanza fiscal correspondiente", declara Miguel Caride. El concejal portavoz de Democracia Ourensana argumenta que "hay casos de emergencia social que no se puede cobrar al ciudadano, por el mero hecho de ser ciudadano de Ourense". 

Fuentes oficiales del Ayuntamiento consultadas hoy por Galiciapress confirmaron que la ordenanza no está pensada para casos peculiares como el de Elviara y que parece "absurdo" remitirle una factura, pues estamos ante un "caso que no se debería cobrar". Eso si, también indicaron que el cambio normativo llevará tiempo, pues deberá ir a Pleno.

Mientras la burocracia modifica las reglas, a Elvira el Ayuntamiento le reclama algo más de 130 euros por la intervención de los bomberos. De 67 años y con problemas de movilidad, pasó cuatro días tirada en su bañera después de darse un golpe en la cabeza de manera accidental en su baño. Cuando una familiar alertó a los servicios de emergencia de que llevaba varios días sin contestar al teléfono, los bomberos subieron por una escalera  y la rescataron. 

El Ayuntamiento le reclamó el coste del servicio, más los intereses que se fueron acumulando. Y es que Elvira dice no poder pagar. Con una pensión de menos de 400 euros, el servicio le supondría casi la mitad de sus ingresos mensuales.

Tras señalar que el caso está en camino de solución y destacar su peculiaridad, un portavoz del Ayuntamiento explica que se intentó cobrar de acuerdo a una "ordenanza de hace varios años", en la que "todo está tarificado". La norma vigente es de 2012.

Hace tiempo que ayuntamientos como Ourense y muchos otros decidieron cobrar por las actuaciones de sus bomberos, especialmente por abrir domicilios. Se intentaba así que la ciudadanía no se aprovechase, por ejemplo, del servicio público para abrir sus casas cuando se dejaban las llaves dentro y no querían pagar a un cerrajero.

Así, en la capital de As Burgas la apertura de puertas cuesta casi 130 euros, más el tiempo de cada bombero, que varía desde unos 13 euros hasta casi 35 euros la hora. Sin el rescate interviene una escalera mecánica puede costarnos un pico, pues la tarifa es de 140 euros.

¿Deberían los ayuntamientos cobrarnos por las actuaciones de los bomberos cuando ya las sufragamos con nuestros impuestos? Desde el Ayuntamiento de Ourense se señala que es práctica común en casi todos los municipios. Lo cual es cierto, al menos en las ciudades gallegas, hasta extremos insopechados. En el de Santiago, por ejemplo, esta regulado hasta una tarifa de 3 euros por cada tramo de 70 centímetros de manguera que se use. Claro que, en la mayoría de los casos, estos costes los suelen asumir los seguros de hogar.

En algunos municipios se establecen excepciones. En Ourense aquellos  que cobren la pensión no contributiva de la Xunta, la RISGA, están exentos. Elvira la cobraba hasta hace unos años pero ahora al ser pensionista de la Seguridad Social, aunque su pensión sea mínima, tendría que afrontar el gasto. 

No fue hasta que la vecina llevó su problema a la prensa local que el Ayuntamiento se replanteó el caso. Además, según contó La Voz, al menos dos empresarios se habían ofrecido ya a pagar la polémica factura.

LOS BOMBEROS DE OURENSE ALERTAN DE UNA ALARMANTE FALTA DE MEDIOS

Otra cuestión es a dónde va a parar el dinero recaudado por estos servicios. Cabe recordar que los bomberos municipales de Ourense llevan meses denunciando una enorme falta de medios. 

Una protesta de los bomberos de Ourense de este febrero en una imagen de su Facebook

Fuentes de los trabajadores consultadas por Galiciapress esta semana alertaron de nuevo que la precariedad es tal que cualquier día se puede producir una grave tragedia. Por ejemplo, indican que esta semana dos de las tres motobombas estaban averiadas, por lo que en el caso de haber dos incendios uno quedaría sin la necesaria cobertura. 

El "material escaso con mantenimiento nulo" y la "plantilla insuficiente con una media de 50 años" son dos de sus denuncias en concreto. Reivindicaciones que, hasta ahora, no ha atendido el nuevo gobierno de DO y PP, pese a llegar al extremo de aparecer una rata en las intalaciones de los bomberos: