El "tono amable" de la patronal no seduce a sindicatos de seguridad privada, que contemplan protestas por el convenio

Después del alto en las negociaciones que tuvo lugar la semana pasada y todavía digiriendo la respuesta de un grupo de más de medio millar de profesionales de la seguridad privada concentrados este miércoles ante la sede a APROSER, la patronal y los sindicatos del sector se han reunido este viernes en el octavo encuentro por la negociación del futuro convenio colectivo, un diálogo iniciado por los empresarios para pactar unas condiciones más claras y estables antes de que venza el convenio actual en diciembre de 2026 y con la previsión de que en los próximos años se pongan en juego distintos concursos de calado en la seguridad privada.

UN TONO CONSTRUCTIVO…PERO EL DEBATE DE SIEMPRE

Con estos mimbres, la patronal se sentó a la mesa de negociación con un alegato que manifestaba su escucha activa y su predisposición para alcanzar un acuerdo más allá de lo económico, después de que en las reuniones anteriores no se diesen avances significativos para un acuerdo. Así, el acta del encuentro recopila que desde APROSER consideran que “es normal que en algún momento del proceso se haya podido generar la sensación de estar en un bucle”, pero insisten en que la intención de los empresarios es alcanzar un pacto beneficioso para todo el sector, especialmente sobre las pymes.

A razón de lo expuesto, desde APROSER invitan a evitar los “compromisos inasumibles” que pongan en dificultades a las pequeñas empresas. “Si a esta situación se le suma que no se ha logrado -a pesar de los denodados intentos de la mayoría de las organizaciones presentes- minimizar legislativamente los efectos adversos de la normativa de desindexación, se entiende que la prudencia debe ser una virtud especialmente relevante en este proceso negocial”, añaden en el acta, considerando que “todo sería mucho más sencillo” de haberse resuelto este conflicto. 

Las inseguridades jurídicas existentes, la necesaria estabilidad social o una mayor certeza presupuestaria han sido algunos de los argumentos expuestos por la parte empresarial para subrayar su cautela sobre los asuntos a tratar con el objetivo de “continuar prestando servicios con calidad, incrementar los niveles de formación, asegurar el empleo y evitar que la negociación colectiva quede desconectada de las condiciones económicas reales”.

El principal cambio con respecto a las anteriores reuniones fue que la patronal puso sobre la mesa su ánimo para encontrar puntos en común que permitan avanzar en asuntos como la conciliación con mejoras relativas al número de fines de semana con descanso para el personal o la desconexión digital, pero recordando que sus propuestas hasta ahora han versados sobre los costes derivados de los casos de incapacidad temporal y de la situación en el transporte de fondos.

En esa línea, insisten en que son dos puntos sobre los que deben encontrar un acuerdo y piden a los sindicatos “reconsiderar” las propuestas lanzadas, especialmente la de la jornada garantizada en el transporte de fondos al entender que es una oferta “asumible”. Sobre el transporte de fondos, traslada una nueva propuesta, abriendo también el diálogo a encontrar un punto de encuentro para la reducción de la jornada laboral, considerando que el Gobierno de España ya ha dado pasos en ese sentido. 

Desde FES y ASECOPS suscribieron en gran medida los planteamientos de APROSER, si bien ASECOPS enfatizó que, para retener el talento, es precisa una mejora en las “condiciones de las personas trabajadoras, pero siempre desde la premisa de preservar la sostenibilidad de las empresas” pero que existen dificultades técnicas que pueden hacer más difícil su implantación.

AMENAZAS DE PROTESTAS Y ADVERTENCIAS

Desde la parte sindical, desde FeSMC-UGT, que constituyó una plataforma conjunta con FTSP-USO y CC.OO. del Hábitat, marcó sus líneas en “un empleo estable, mejores condiciones laborales y tejido empresarial que apueste realmente hacia la calidad de sus servicios y que mejore en forma real las condiciones de sus plantillas de presente y futuro”. A renglón seguido, marcaron distancias con la patronal por el debate las ITs y el transporte de fondos, pidiendo que retiren las propuestas y que empiecen a hablar de un incremento salarial y de otros asuntos como el contrato relevo, además de afear la patronal que, pese a sus “titulares” y al tono amable para tratar de encarar avances concretos, no hay propuestas firmes para los mismos. 

En Comisiones Obreras comparten esa misma tesis, apuntando que, a su juicio, la negociación no está buscando “una puerta de entrada más amplia” sino “una puerta de salida mayor” con los “retrocesos” planteados por las firmas con respecto a las incapacidades temporales y otras medidas. “Las personas trabajadoras no financiarán mejoras futuras mediante rebajas de las condiciones actuales”, resuelve el sindicato en una clara declaración de intenciones, persiguiendo tanto mejoras salariales -y que estas deben ser “significativas”- como laborales, manifestando que hay muchos temas sobre los que la patronal todavía no se ha pronunciado. 

También desde FTSP-USO comparten las líneas generales presentadas por los otros sindicatos, recalcando la ausencia de documentos que pongan en negro sobre blanco las mejoras que propone la patronal, que “vuelve a incidir” en los temas recurrentes de las anteriores reuniones, aunque creen que el diagnóstico es compartido por todos los actores: “El sector no es atractivo y necesita nuevo talento”, algo que solo puede conseguirse con una mejor remuneración. 

Por parte de la CIG, remarcaron en su intervención su oposición rotunda a las propuestas para el transporte de fondos, apostando por mantener la jornada garantizada, y sobre los complementos de IT, donde sostienen que es “inadmisible” el limitar la cobertura a los enfermos. 

En su exposición, el sindicato gallego reitera, además de abogar por un convenio autonómico, que en el sector se dan con demasiada frecuencia jornadas maratonianas, con una gran sobrecarga de trabajo, y que la rebaja de la jornada laboral debe establecerse en 35 horas semanales, ahondando a su vez en una urgente mejora salarial, la creación de nuevos pluses o garantías para la jubilación parcial. Además, avanza que si no hay mejoras pronto, “la única herramienta que tiene la clase trabajadora” es “la movilización y el conflicto sindical”. 

ELA, por último, cree que el intento de la patronal es el de “recortar derechos consolidados” y que la negociación sigue sumida en “un bucle”. Por ello, como ocurre con la CIG, su requerimiento es el de un convenio autonómico donde profundizar en sus propuestas. Así las cosas, y tras casi tres horas de reunión, patronal y sindicatos se dieron cinco días de plazo para reflexionar con la promesa de reencontrarse el próximo miércoles 3 de diciembre, con el sector, una vez más, a la espera de avances concretos.