Las empresas lanzan un órdago en una negociación en la que hay algunos avances pero no acuerdo definitivo. De fondo, el nerviosismo de muchos vigilantes de seguridad, que ven como no se concreta un alza de salarios necesaria para combatir la pérdida de poder adquisitivo en los últimos años.
La CIG advierte que, sin avances inmediatos, habrá movilizaciones, mientras que UGT, CC.OO. y USO piden la retirada de las propuestas sobre la incapacidad temporal y el transporte de fondos.
Este miércoles 26 de noviembre tendrá lugar en Madrid una protesta de los profesionales de la seguridad privada que no está organizada ni por sindicatos ni por asociaciones de vigilantes. En plena negociación por un nuevo convenio en el sector, Pablo, mejor conocido @percebe87, es la persona detrás de la convocatoria que, parece, superará todas las expectativas. Galiciapress charla con este vigilante gallego que invita a los sindicatos a "escuchar" y estar más cerca de "el día a día" de los trabajadores de la seguridad privada en un momento en el que muchos "malviven" en un clima de precariedad.
A la espera de conocer la contrapropuesta que se presente hoy en la nueva reunión de la mesa negociadora por un nuevo convenio en el sector de la seguridad privada, desde la CIG acuden a la cita con el firme propósito de comenzar a aplicar, inmediatamente después de la firma, los acuerdos pactas. Sin embargo, Pedro Pérez, repesentante de CIG-Servizos, se muestra poco esperanzado en que el entendimiento llegue pronto, pues acusa a la patronal de "marear la perdiz" y "no centrar el tiro" en las últimas semanas de negociación, donde asuntos como la reducción de jornada o la subida laboral deben abordarse cuanto antes.
Desde el sindicato ponen el suceso como ejemplo de la situación de los miles de trabajadores de la seguridad privada en Galicia.
La negociación del convenio colectivo estatal de seguridad privada, un marco laboral que afecta a unos 6.000 trabajadores en Galicia y cerca de 85.000 en toda España, está entrando en lo que parece su recta final en medio de la polémica. Mientras la mesa de diálogo oficial en Madrid avanza, aunque con "notables diferencias" entre patronal y sindicatos mayoritarios, el descontento crece desde distintos frentes: desde la crítica de sindicatos minoritarios a la convocatoria de movilizaciones al margen de las centrales tradicionales, pasando por la histórica reivindicación de convenios autonómicos por parte de centrales nacionalistas gallegas y vascas.
La mesa de negociación del nuevo convenio de seguridad privada encara una cuarta reunión con posturas distantes entre sindicatos y patronales. La CIG apuesta por un acuerdo autonómico en Galicia, mientras ELA reclama un marco vasco. FeSMC-UGT urge al Gobierno a asumir responsabilidades.
Los votos del Partido Popular, Vox y Junts echaron por tierra la aspiración de Yolanda Díaz de rebajar la jornada laboral de las 40 a las 37,5 horas semanales. Una medida que afecta más a algunos sectores como el de la seguridad privada, donde los vigilantes podrían ver crecer sus emolumentos con esta propuesta. Iván Blanco, secretario de Organización de la Federación de Trabajadores de Seguridad Privada de la Unión Sindical Obrera (FTSP-USO), explica a Galiciapress los promenores de una medida que puede tener su eco en las próximas negociaciones de los nuevos convenios.
UGT denuncia las condiciones que tienen que soportar los encargados de la seguridad privada en la Estación Intermodal de Ourense, bajo el contrato de Grupo Control, empresa sancionada por la situación de sus empleados.
El sindicato FeSMC UGT A Coruña ha reclamado medidas urgentes después de que Daniel Esteve, líder de Desokupa, lanzara "amenazas violentas" en redes sociales contra el personal de seguridad que intervino en la polémica expulsión del conocido abogado Xaime da Pena de la Real Sociedad Deportiva Hípica de A Coruña.
Galiciapress conversa con la CIG para conocer de primera mano las demandas de los trabajadores de la seguridad privada de Marineda City, el Centro Comercial Cuatro Caminos o el IKEA de A Coruña, donde no cuentan con los medios suficientes para poder afrontar las incidencias que se presentan en el día a día de estas superficies comerciales.
La Federación de Trabajadores de la Seguridad Privada de la Unión Sindical Obrera (FTSP-USO) lleva años denunciando la precariedad existente entre los vigilantes de seguridad en las estaciones de tren y toda la red ferroviaria para evitar sucesos como el presumible sabotaje del pasado domingo. Galiciapress charla con Iván Blanco, secretario estatal de organización de la FTSP-USO, para conocer las dificultades de estos profesionales en un contexto donde cada vez hay más recortes hasta el punto de racionar el combustible de las patrullas y la entrada de empresas "low cost" de la seguridad privada.
Los hechos ocurrieron el martes y personal de la unidad sufrieron arañazos y golpes. Sucede justo cuando la Xunta determinó sancionar de oficio esta clase de incidentes.
A pocos días de la celebración del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, el sector de la seguridad privada se enfrenta a una polémica.
La Federación de Trabajadores de Seguridad Privada de la Unión Sindical Obrera (FTSP-USO) lamenta que el personal de seguridad privada sigue siendo el gran olvidado ante el aumento de la conflictividad en hospitales y centros de salud. Iván Blanco, secretario de organización del sindicato, detalla a Galiciapress las reclamaciones del sector, que traslada su apoyo incondicional a los sanitarios y también pide homogeneizar los recursos y actualizar los protocolos, así como tener en más consideración al personal de seguridad: "Se han dado palizas a vigilantes a la puerta de Urgencias y aquí no ha pasado nada".
El enfermero apuñalado sigue hospitalizado, aunque su vida no corre peligro. Tanto el Colegio de Enfermería como el sindicato de seguridad privada FTSP-USO reclaman más medios. Este mediodía, el personal se concentrará frente al hospial de A Coruña.
En la refriega con un paciente resultaron heridos estos dos profesionales del CHUAC. Colectivos denuncian que estos casos son cada vez más habituales.
Un vigilante de seguridad del Metro de Bacelona perdió el ojo izquierdo el pasado 18 de enero por la brutal agresión de un joven de 19 años. Este es el último de una serie de episodios similares que se han dado contra el colectivo de profesionales de la seguridad privada.
Las denuncias de UGT en la Estación de Ourense motivaron la apertura de un procedimiento sancionador, que ahora podría tener lugar en las instalaciones de A Gudiña.
Aunque la firma había activado un procotolo antiacoso entre estos dos trabajadores, los cuadrantes hicieron coincidir a la afectada con el investigado durante dos años.