El goteo de recalmaciones a Stellantis por los defectuosos motores Puretech ronda las 3.000 denuncias
La Asociación de Afectados Stellantis (AFESTEL), que abandera las protestas en España, recopila las denuncias de 2.800 afectados y prepara cerca de 300 más.
El caso de los polémicos y controvertidos motores Puretech que dejaron miles de compradores de marcas como Peugeot, Opel o Citroën afectados en toda España -millones en toda Europa, según las estimaciones- sigue dando coletazos a nivel estatal, mientras al Grupo Stellatis se le amontonan las citaciones judiciales con las denuncias de más de 2.800 afectados que, bajo el paraguas y el asesoramiento de la Asociación de Afectados Stellantis (AFESTEL), han decidido llevar a la compañía ante los tribunales para que les compensen por los daños y perjuicios de los motores defectuosos.
VIAJAR CON UNA GARRAFA DE ACEITE
Es el caso de Aida, una de las usuarias que ha terminado por recurrir a AFESTEL después de adquirir un Peugeot por el que ha tenido que desembolsar varios miles de euros en reparaciones. La caja de cambios y el fallo del motor, los dos con problemas por el aceite, la obligaron a acudir al taller, pero ni con la asistencia de los mecánicos evitó quedarse tirada en la autopista en más de una ocasión, según su relato.
En el taller le aseguraron que bastaba con añadir más aceite, pero el coche llegó a dejarla tirada en plena autopista en varias ocasiones, obligándola a llevar siempre un bidón de cinco litros en el maletero. Ahora ni siquiera puede usarlo, aunque sigue pagando el préstamo que en su día utilizó para poder comprar el coche que tantos disgustos le ha dado.
“Me dijeron que antes de que acabara la garantía tenía que cambiar el motor, pero que la fábrica solo asumía el 50% del coste”, reprende Aida al concesionario que reconoció los problemas del motor, que asegura que en el taller, de manera privada, le llegaron a recomendar que se deshiciese cuanto antes del vehículo, toda vez que los mecánicos sabían que el problema era el mismo que el de miles de propietarios en su misma situación: el motor Puretech, llamado "pudretech" en los foros de víctimas de esta polémica obra de la ingeniería.
MÁS Y MÁS CASOS
Esta es una experiencia de las más de 9.000 que podrían compartir los socios de AFESTEL que se han organizado para demandar una solución a Stellantis, que hasta ahora, y pese a las reuniones mantenidas, se niega a ofrecer una solución colectiva y busca acuerdos extrajudiciales que ya le han costado miles de dólares o asumir el reembolso de algunas averías.
“Lo he pasado muy mal, me han mentido. Es una vergüenza”, critica Aida, a la espera de que se resuelva su caso, mientras desde la organización preparan la presentación de en torno a 300 demandas adicionales al tiempo que estudian una opción que ya contemplaban el año pasado, que no es otra que unirse al colectivo de afectados franceses para llevar los motores Puretech a la justicia europea.
La estrategia de Stellantis, aseguran desde AFESTEL, es la de tratar de ganar tiempo y dilatar todo lo posible la búsqueda de una solución. "La compañía no ha acudido a ninguna de las reuniones de conciliación, optando por una estrategia de negación sistemática del defecto de fabricación", aseveran desde el colectivo, que además de su más de 9.000 socios cuenta con llamadas de prácticamente el mismo número de afectados que han mostrado interés en sumarse a la demanda colectiva, tras años de sentirse "toreados" por Stellantis.
Escribe tu comentario