La publicación del reciente informe “Trastorno de la identidad sexual’ en Galicia, una pandemia invisibilizada: Niñas que no quieren ser mujeres” avivó las llamas de una polémica que lleva lustros dividiendo al feminismo global y también al gallego.
Cada año 74 personas son hospitalzadas en Galicia tras diagnóstico de disforia de género, de las que, de media, 30 acaban sometiéndose a una cirugía. Son los datos de un pionero estudio del Observatorio Ferminista Galego con datos del SERGAS. Los cambios de sexo se disparan y hay tantos entre hombres como entre mujeres. Casi un 1% de los hospitalizados son clasificados por los médicos como de sexo diferente a los tradicionales masculino y femenino.
El varón filmado también ha sido condenado a pena de prisión, pues difundió las imágenes sin permiso de la mujer, aunque puede que la esquive porque su condena es de dos años. Más difícil lo tiene el autor de la grabación, cuya pena es de tres años.
Basándose en la experiencias de epidemia previas (aunque vagamente recordadas), análisis contemporáneos y nuevas investigaciones de vangardia de una variedad de disciplinas científicas, el autor de éxito de ventas, médico, sociólogo y experto en salud pública Nicholas A. Christakis explora lo que significa vivir en una época de pandemia, una experiencia que, paradójicamente, es poco común para la gran mayoría de los humanos que están vivos, pero que es profundamente fundamental para nuestra especie.
La mujer que denunció a José Manuel Baltar el 13 de octubre por, supuestamente, haberle ofrecido una plaza fija a cambio de mantener relaciones sexuales con él declaró ayer, durante más de dos horas, en las dependencias de la Fiscalía de Ourense.