La alargada sombra del Xabarín

Rodrigo Brión Insua

Rodrigo Brión Insua (A Pobra do Caramiñal, 1995). Grado de Periodismo en la Universidad de Valladolid (2013-17). Redactor en Galiciapress desde 2018. Autor de 'Nada Ocurrió Salvo Algunas Cosas' (Bohodón Ediciones, 2020). 

En Twitter: @Roisinho21

Esta noche mi sobrino Diego, que apenas lleva 15 meses en este planeta, ha pasado su primera noche fuera de casa. Ha dormido en casa del tito y por la mañana hemos desayunado juntos. Con el estómago lleno, tío y sobrino nos hemos ido a ver los dibujos. Para mi desilusión, y después de hacer mucho zapping, no encontré lo que buscaba. Buscaba a Dragon Ball, a las Tortugas Ninja, a Doraemon, al Detective Conan… No, no me entiendan mal. Sí los encontré, pero hablaban un idioma que no era el suyo. Más bien no era el que habían tenido siempre. Básicamente: no hablaban gallego. ¡Oh! ¡Y Gatocan! ¿Recuerdan Gatocan?


En el primer canal de la Televisión de Galicia ya no hay ni rastro del Xabarín Club. No quedan ni las bellotas. Y lo que se ve en la TVG2, un canal tan olvidado como desorganizado, y que anuncian como dibujos…bueno, siguiente pregunta. Tampoco queda nada del ‘Príncipe de Bel-Air’ o ‘Mr. Bean’, que antes sí se emitían en el canal autonómico. La programación de la TVG ya no depende de las series o programas venidos de ultramar, sino que apuesta por una “programación propia” (y aquí pongo muchas comillas), un modelo que seguramente reporta una gran audiencia pero que en ningún caso está enfocada al público joven, ese que ya no tiene el paraguas del Xabarín Club para crecer al ritmo de las series de moda.


Entonces, me plantee el futuro de Diego y de su generación. Un futuro en el que los niños crecen sin la sombra del Xabarín Club para que los cobije. ¿Cómo explicarle entonces que hubo una época en la que miles de niños y niñas gallegos nos sentábamos embobados delante de la tele a ver nuestras series favoritas e, inconscientemente, a aprender al mismo tiempo? ¿Cómo será tener cinco, seis, siete años y vivir ajeno a que existe la canción de ‘Carmiña Vacaloura’ y su psicodélico videoclip? ¿O cómo transmitirle la ilusión de ver tu cara por la TVG el día de tu cumpleaños, junto a otros niños de Galicia que habían nacido el mismo día que tú? O que llegase por correo una postal escrita por el mismísimo Xabarín (¡De su puño y letra!) felicitándote por tu aniversario.


El fanatismo y devoción por esos programas llegaba a tal punto que incluso nos reuníamos varios niños y niñas del barrio para ver todos juntos la última aventura de Goku y compañía. No es de extrañar que, con semejantes precedentes, muchos guarden como oro en paño el carnet de socio o que no pocos garitos que cierran a horas intempestivas tengan una playlist salpicada con alguna de las canciones de cabecera o cierre de esos benditos programas. “Síntome atraído polo teu sorriso / que o meu corazón inunda”…esos años ya no volverán.


Y lo digo en el sentido del que siente nostalgia no por no poder volver a vivirlo en sus propias carnes, sino por no volver a verlo nunca. Mi sobrino Diego será, casi con total seguridad, gallego hablante. Como su mamá, su papá, su tío…como su familia, vaya. Pero estoy seguro de que ni todas las políticas lingüísticas que promueva la Xunta de aquí en adelante ni todas las leyes de educación que apoyen y promuevan el uso del gallego entre los más pequeños serán tan efectivas como que los niños de hoy puedan ver y oír a sus personajes favoritos hablando el mismo idioma de sus abuelos. El idioma de Castelao, de Rosalía, de Celso Emilio. Y que digan que la hablan “Porque sí / porque me gosta / porque me peta e quero e dame a gaña / porque me sai de dentro”.


Por eso, no pocas asociaciones y plataformas, como ‘A Mesa pola Normalización Ligüistica’, llevan años pidiendo que se vuelva a apostar por un modelo tan efectivo y tan maravilloso como el del Xabarín. Y no por nostalgia, insisto, sino por el futuro. Y vuelvo, irremediablemente, a la letra de la canción de Dragon Ball GT que lleva martilleando mi cabeza desde mucho antes de empezar a escribir estas líneas, seguramente también desde antes de ponerme a ver los dibujos con Diego. “Imaxes que gardaba no corazón / non era máis ca un cativo e aínda así recordoas ben”. Tenían razón. Son inolvidables. Y en el corazón seguirán guardadas por muchos años.  





1 Comentarios

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Non fixo solo una gran labor nos que eramos nenos, sinon que catapultou a moitos pequenos grupos galegos á "fama". Grandes grupos para nós hoxe en día como Heredeiros da Crus sairon de esas épocas e ese apoio que se dou a cultura en eses anos. O que non entendo é como se pudo acabar con iso...

escrito por Manu 19/jun/19    17:50

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