#Claves de la semana

​Goretti Sanmartín (BNG): “Santiago sabe que aquí no habrá mayorías absolutas y que no va gobernar la derecha"


Galiciapress entrevista a Goretti Sanmartín (1964) candidata del BNG a la alcaldía de Santiago de Compostela. Como vicepresidenta de la Diputación de A Coruña mantiene su postura de suprimir las diputaciones, pero luchar desde dentro gestionándolas mientras tanto. La edil nacionalista aspira ser la gran sorpresa de estas elecciones, aboga por un turismo desestacionalizado y reclama más políticas feministas. La estrategia de pactos en el Pazo de Raxoi tras el #26M es otro de los puntos de esta conversación.


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Galiciapress entrevista a Goretti Sanmartín (1964) candidata del BNG a la alcaldía de Santiago de Compostela. Como vicepresidenta de la Diputación de A Coruña mantiene su postura de suprimir las diputaciones, pero luchar desde dentro gestionándolas mientras tanto. La edil nacionalista aspira ser la gran sorpresa de estas elecciones, aboga por un turismo desestacionalizado y reclama más políticas feministas. La estrategia de pactos en el Pazo de Raxoi tras el #26M es otro de los puntos de esta conversación.


Goretti san martin

Galiciapress entrevistó a la alcaldable por el BNG Goretti Sanmartín


El pasado 28A, el BNG experimentó un notable aumento en el número de votos con respecto a las anteriores generales. Pontón habla de “remontada” y del 26M como una “segunda parte” de las generales y, en su caso, la oportunidad de tener una alcaldesa feminista en Santiago. ¿Es equiparable este resultado a las aspiraciones del partido las elecciones de mayo?

Cada elección es un proceso distinto y se dan en distintos contextos. Pero entendemos estos procesos hasta las elecciones autonómicas de 2020 como una larguísima campaña electoral para poder situar al BNG como alternativa necesaria a las políticas del Partido Popular.


Hay una falta de modelo y una ineficacia de gestión por parte de Compostela Aberta que ha generado una gran decepción  


En el caso de Santiago entendemos que hay una falta de modelo y una ineficacia de gestión por parte de Compostela Aberta que ha generado una gran decepción entre los vecinos, que creo que están mirando con muy buenos ojos el trabajo hecho por el BNG tanto desde el gobierno como desde la oposición, como en los últimos años, con alternativas creíbles, realizables…Tenemos mucha energía positiva alrededor y mucha gente que nos muestra su interés, que regresa al BNG y quiere saber nuestras iniciativas. Tenemos esperanzas, creemos que vamos a ser la sorpresa de estas elecciones y que vamos a cosechar un muy buen resultado.  


La otra lectura que dejó las generales es que en grandes ciudades Vox ha pasado a ser la quinta fuerza política. No es el caso de Santiago, pero, ¿le preocupa ese dato?

No, en Santiago de Compostela Vox no tiene ni posibilidades remotas de salir ni de tener influencia o presencia, si bien es cierto que mediáticamente a veces las cosas se mueven sin tener tan siquiera candidatura o penetración social. La gente de Santiago sabe que aquí no habrá mayorías absolutas, y eso es bueno, porque es bueno que haya dialogo, consenso y acuerdos, y sobre todo que no va a gobernar la derecha, y eso lo sabe toda la ciudadanía. No va a gobernar ni el PP solo ni en alianza con otras fuerzas que pueden entrar en el ayuntamiento.

La gente de Santiago sabe que aquí no habrá mayorías absolutas y que no va gobernar la derecha

Lo que realmente nos jugamos es que contemos con políticas de izquierdas, transformadoras, galleguizadoras…entendemos que el BNG es una garantía de este tipo de políticas y que sí o sí las distintas fuerzas y las personas que van a votar a la izquierda van a poner encima de la mesa la necesidad de dialogar y llegar a acuerdos para formar un gobierno. Lo que nos preocupan son las políticas y en lo que queremos incidir es en que las políticas que se hagan partan de una visión de izquierdas de la política y las transformación social.  


No habrá mayorías absolutas y las últimas encuestas siguen dando una clara ventaja a la posibilidad de formar un gobierno de izquierdas. En el caso del BNG los datos le dan entre dos y tres concejales, aunque usted augura que serán la gran sorpresa. Si en la mano del Bloque está la decisión de un gobierno liderado por Compostela Aberta o por el PSOE, ¿cuál es la preferencia del BNG?

Nosotros ponemos como preferencia los programas y las políticas. Lo que vamos a poner encima de la mesa no es quién se va a sentar en la alcaldía, porque no entendemos la política desde un sentido egocéntrico sino desde un punto de vista colectivo. Nuestros programas y propuestas son de sobra conocidos, así como nuestras líneas rojas, y queremos comenzar a trabajar y actuar sobre esos programas.  


¿Y cómo se concretarán estos criterios?

¿Cómo eso se acabará concretando? Hay muchas posibilidades y formulas: desde un tripartito hasta llegar a acuerdos para gobiernos en minoría. Son muchas las opciones y casi es mejor preguntar al resto qué es lo que quieren, porque nosotros siempre estamos dispuestos al diálogo y a alcanzar acuerdos, mientras el resto pelea entre sí en lugar de concienciarse de que ese va a ser el escenario que nos tocará gestionar a partir del día 26. Nosotros siempre con la base firme, sólida y convincente de respetar lo que dice el conjunto de la población y al mismo tiempo de llegar a esos diálogos y acuerdos por políticas transformadoras y galleguizadoras, pero nunca facilitando gobiernos de la derecha.


CAMBIOS EN LA CIUDAD

Hablaba ahora de falta de modelo e ineficacia de gestión por parte de Compostela Aberta. ¿Cómo ve a la ciudad después de estos cuatro años con Martiño Noriega al frente de la alcaldía?

Podemos verla prácticamente igual. Solo hay una cuestión de la que podemos hablar que la ciudad ha avanzado, y es la corrupción y lo que fue el nefasto periodo del PP gobernando en Santiago de Compostela. Pero en el resto de asuntos, los vecinos dirán que nada más ha cambiado en cuatro años.


No hubo esas grandes transformaciones anunciadas por esa gente que venía a hacerlo todo, porque entendemos que entre lo que se dice y lo que se hace, en el caso de Compostela Aberta, hay unas distancias muy grandes. Ni hay un plan de accesibilidad, hubo un proceso de turistificación muy grande, hubo problemas con los servicios para que las calles se mantuviesen limpias y en perfecto estado…no hay esa definición de cambio de modelo mientras si hubo problemas en el pago a proveedores, y eso hizo que mucho del dinero que tiene y que gestiona el ayuntamiento tuviese que ser para amortizar deuda, y se vende eso como un logro cuando era necesario que ese dinero fuese destinado a muchos barrios, ahora abandonados y con problemas en cosas del día a día, o problemas que necesitarán acuerdos o pactos, como las infraestructuras o el fracaso de la depuradora. Hay cantidad de elementos que ejemplifican que la ciudad ha perdido peso político.


Parece que hay una resignación en torno a esta ciudad por tener menos de 100.000 habitantes, pero siempre decimos que aunque tengamos menos de 100.000 habitantes lo que tenemos es una universidad, que recibe una cantidad importante de visitantes y que es la capital del país, por eso necesita la ayuda correspondiente y no la que se da en estos momentos. Tiene una universidad muy potente con muchísima gente ligada a esa comunidad universitaria que está residiendo en Santiago y que hace un trabajo pionero, por lo tanto la ciudad tiene que tener mucha más ambición y mucha más proyección a medio y largo plazo.


Hace falta un urbanismo feminista, por lo que no puede ser que mantengamos zonas de la ciudad poco iluminadas y mujeres que no vayan por determinadas rutas si es de noche.  


Además de la corrupción, otro de los puntos en los que quizás se haya avanzado en Santiago es en el feminismo y sus programas contra la violencia machista. Usted es una reconocida feminista, ¿cómo ve la ciudad en ese aspecto? ¿Qué puede mejorar?

Sí, es cierto que hubo programas y campañas, fundamentalmente de sensibilización, y potentes a ese respecto. Es bueno reconocerlo, porque es un ámbito en el que creo que debería haber, si no unanimidad al menos un gran acuerdo en el conjunto de las fuerzas políticas.


Falta un plan de igualdad que sea realmente transversal. Hace falta un urbanismo feminista, por lo que no puede ser que mantengamos zonas de la ciudad poco iluminadas y mujeres que no vayan por determinadas rutas si es de noche. Tenemos que conseguir romper el dominio del miedo, pero sobre todo conseguir que el plan de igualdad tenga inversiones y prioridades, no que sea un catálogo de medidas que se conviertan en una declaración de voluntades. Hay que pasar del campo de la sensibilización al de la actuación. Ese es el elemento fundamental que nos falta y que se haga feminismo de manera transversal desde todas las áreas de gobierno.


Pensamos que se hace política social solo desde el departamento de servicios sociales, y no es así, porque se hace mucha política social desde economía, con bonificaciones que hacen muchísimo por la igualdad, desde urbanismo, desde deportes, desde cultura… muchos ámbitos que pueden desarrollar políticas feministas que son necesarias de abordar y que aquí aún no se consiguió. Hay un trabajo que podemos calificar de bueno, pero exclusivamente desde el departamento de igualdad, y que aún hay que mejorar cosas, pero hay que alcanzar esa transversalidad en todas las políticas que se generen.


PROYECTOS Y PROBLEMAS

Uno de los puntos en torno a los que ha girado la campaña es la fusión de ayuntamientos, con Teo en el centro del debate. Usted ha reiterado que la propuesta por parte de Compostela Aberta tiene “fines electoralistas”, si bien no descarta la fusión de municipios. ¿Cuál es la propuesta del BNG al respecto? ¿Dónde estaría el límite a la hora de fusionar ayuntamientos?

El problema son las prioridades. En política no es solo sí o no, sino: ¿para qué? Entendemos que hay muchos ámbitos en los que puede existir una gestión mancomunada de los servicios y que lo lógico sea avanzar en ese aspecto. Lo que no puede ser es que hace cuatro años existiese un debate, no se hiciese nada por parte del gobierno ni iniciativas en durante ese tiempo pero que ahora se vuelva a sacar. Hay muchos temas en los que se puede trabajar, como en el transporte, el Consorcio Metropolitano de Transportes para conseguir que pueda haber transporte a todos los lugares y que una persona residente en Milladoiro pueda ir el polígono do Tambre y llegue en tiempo y forma. Hay muchísimo que hacer en lo referido a recogida y gestión de residuos, como esa planta de compostaje que pueda ser comarcal. Puede haber en el Consorcio de Turismo y otras muchas cuestiones en las que podríamos avanzar de cara a las necesidades de este conjunto de la población que vive y que tiene que tener a Santiago como centro de referencia. El resto es empezar la casa por el tejado.


Santiago no da resuelto un problema grave relacionado con una discriminación histórica del rural donde muchos lugares todavía no tienen abastecimiento y saneamiento, y ahora lo que se tiene que dar es que atendamos a eso, que tal vez se pueda hacer con los ayuntamientos limítrofes. A lo mejor hay sitios que por localización es más sencillo dotarlos de abastecimiento y saneamiento a partir de convenios de colaboración con otros municipios, trabajemos en esa línea en la que estamos de acuerdo de comarcalizar servicios y no en una fusión por encima con la que lo único que se pretende es vender humo y evitar que se hablen de otros asuntos que de verdad preocupan a la gente, como es la falta de gestión y la incapacidad de sacar adelante muchos proyectos.


Las propuestas de ese calado necesitan de un estudio, de un trabajo, un análisis, y si se quiere caminar hacia ese lado las transformaciones no se pueden hacer de un momento para otro, y en este caso hay que mirar a ciudades como Pontevedra. Sabían lo que querían y que modelo de ciudad querían, incluso veces lo hicieron con medidas que en su momento pudieron no ser muy populares, pero dijeron que ese era su modelo, y si se quiere un modelo de ese tipo primero hay que trabajar para ello, pero no se han dado pasos en ninguna área para que fue una realidad.


Por otro lado, uno de los temas que más preocupa a los vecinos de Santiago es la masificación del turismo y la proliferación de los pisos turísticos. Su compañera Navia Rivas ha alertado de la conversión de comercios históricos en albergues o tiendas para souvenirs. Los ciudadanos, incluso, dicen sentirse desplazados ante tanta afluencia de visitantes. ¿Ha llegado el momento de ponerle un coto al turismo en la ciudad? ¿Qué medidas se pueden aplicar para luchar contra la especulación turística? Usted aboga por diversificar el turismo de cara al rural…

No es tanto ponerle un coto, sino cambiar el modelo. En vez de un turismo de cantidad, donde todo se mide en cifras en la actualidad, mudarlo por un turismo de calidad, de personas que vengan a pasar varios días, a hacer vida cultural, turismo verde, gente que venga a hacer turismo de congresos, gastronómico… que vengan a tener un mayor conocimiento de la ciudad y que no se base en ese patrimonio que tenemos, que bien parece que se diferencia en Patrimonio A: la Catedral de Santiago; y Patrimonio B: el resto. Toda la zona histórica es Bien de Interés Cultural, pero en Santiago hay que ir al Castelo da Rocha, a la Colexiata do Sar, cantidad de iglesias y lavaderos en el rural, los petroglifos de Conxo…hay muchísimo que ver.


El diagnostico está hecho y lo que tenemos es que desestacionalizar el turismo y deslocalizarlo. Hay muchos países que nuestro clima de invierno es benigno y conseguir ser un lugar de visita en todas las épocas del año, y conseguir que los que vengan lo hagan de otra manera y con otros intereses. Pero sobre todo hay una cuestión prioritaria, que es la de mantener la ciudad histórica con vida y que no pierda su identidad. Tenemos que conseguir que haya servicios, que tenga fibra óptica, proponemos un vivero de comercios deslocalizado, que sería el que intentaría combatir esa tienda de souvenirs que hace que en una calle como al de Acibechería en vez de tener artesanía gallega haya tiendas de souvenirs venidos de Asia. En vez de ese modelo proponemos que el Consorcio de Santiago pudiese comprar cada año cinco o seis locales en la Zona Vella y pueda cederlos a gente que quiera empezar su negocio y que de esa manera ese negocio no pueda tener de ninguna manera relación con el turismo y que puedan ser profesiones liberales.

Nuestro patrimonio parece que se diferencia en Patrimonio A: la Catedral de Santiago; y Patrimonio B: el resto

Lo que no podemos hacer es que sigan cerrando comercios emblemáticos y que al final no exista diversificación comercial y que la gente de Santiago tampoco pueda vivir ahí. El problema para la combatir eso, que se agudizó en los últimos años, es dotar de servicios a la Zona Vella, conseguir combatir los pisos turísticos ilegales y que no siga creciendo el precio del alquiler, y conseguir por lo tanto recuperar viviendas de protección social en la Zona Vella. Había esa propuesta que dejó hecha el bipartito de hacer esas viviendas de protección oficial para la juventud en Xoán XXIII, pero que finalmente quedó en suspenso porque al PP se le ocurrió la gracia terrible de decir: “los jóvenes que se vaya a Lamas de Abade que aquí pondremos pisos de lujo”. Lógicamente, el ayuntamiento se opuso a eso, pero el problema es que tenemos que ser capaces en esta y otras cuestiones es de que el ayuntamiento tenga el suficiente peso político para decir que esa es una cuestión de ciudad y conseguir apoyos de otras fuerzas políticas, así como del ámbito social y empresarial, y cambiarlo para que aquí hay pisos de protección oficial, que no se hizo ninguna desde que el Bloque abandonó el gobierno de la Xunta.


Usted sigue abogando por suprimir las Diputaciones, aunque en los debates dijo que mientras sigan existiendo seguirá peleando desde ellas. Todavía no se han dado los resultados pero, ¿está dispuesta a revalidar el pacto con el PSOE?

Nosotros por supuesto que estamos en contra de las Diputaciones. Es un modelo donde lo importante es el financiamiento de los ayuntamientos, ese es el grave problema, y lo que habría que hacer es una distribución de todos esos recursos directamente a los ayuntamientos. Es un modelo por el que abogamos desde el BNG llevando al área de cooperación de los ayuntamientos.  Redactamos el modelo del Plan Único, que lo que hizo fue que en vez de repartir el dinero a través de subvenciones nominativas pasamos de 24 millones a los 100 que se dan en la actualidad y lo que se hace es decirle a los ayuntamientos que lo gasten en lo que estimen. No para que tengas que hacer como antes un campo de futbol, por ejemplo, y todo el mundo a hacer campos de fútbol. La cuestión es que los ayuntamientos tengan autonomía. Por tanto, mientras existan pelearemos desde dentro para que tengan una distribución objetiva y transparente de los recursos y que sirvan a los ayuntamientos y al tejido social asociativo, que sufrió mucho en la época de la crisis y ahí también conseguimos duplicar las inversiones, volver a ponerlos donde estaban antes de la crisis y conseguir una reformulación de todas las líneas de ayuda para que festivales y entidades pudiesen tener unas subvenciones dignas.


La evaluación del pacto en la Diputación es muy positiva, pero ahora tocará mirar cuales son los objetivos y retos que planteamos para los próximos cuatro años


Ahora bien, nosotros teníamos muy claro cuando alcanzamos ese pacto cuales eran los acuerdos, a lo que queríamos llegar y cuál es la línea que queríamos ver. La evaluación es muy positiva, pero ahora tocará mirar cuales son los objetivos y retos que planteamos para los próximos cuatro años y una vez se sepan los resultados de las elecciones sentarse a mirar las propuestas y programas. De antemano nosotros no tenemos ni pactos ni compromiso y esperaremos a los resultados. Lo que sí puedo decir es que independientemente de quien gobierne en la Diputación de A Coruña después de las próximas elecciones hubo propuestas e iniciativas nuestras que ninguna fuerza política que pudiese venir detrás en caso de no renovarse el gobierno no va poder modificar, porque fue tan buena la cogida y tan importante ese cambio que todo el mundo mantendrá ese esquema que nosotros iniciamos.

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