Un crimen de guerra

Manoel Barbeitos
Economista

Las asociaciones de ayuda humanitaria más serias, como por caso ACNUR y UNICEF, nos informan de que desde que empezó la invasión militar de Ucrania por Rusia más de un millón y medio de ucranianos y ucranianas, de los que la mitad son niños, huyeron de su país por miedo a la guerra. He ahí los "efectos colaterales" de la guerra, a los que habría que sumar, según la ONU, más de 350 civiles muertos y 760 heridos. Una guerra que pone de nuevo en evidencia cómo las grandes potencias se saltan los acuerdos internacionales cuando y como quieren.


Luego de la terrible experiencia de la II Guerra Mundial se firmaron una serie de acuerdos internacionales que tenían como uno de sus objetivos principales evitar las guerras y garantizar la paz. Acuerdos cuyos principios y fines están, por caso, codificados en la Carta de las Naciones Unidas, en la Convención de Ginebra y en los Principios de Núremberg. Dado que Rusia es uno de los cinco miembros permanentes de la ONU era licito esperar que daría ejemplo en el cumplimiento de las medidas que garanticen esos fines. No es el caso, pero bien es cierto que no se trata de la única potencia que las incumple sistemáticamente: Estados Unidos hace el mismo.


El 26 de junio de 1945, prácticamente dos meses antes de que finalizará la Segunda Guerra Mundial, representantes de 50 países asistentes a la Conferencia de las Naciones Unidas firmaban la Carta de las Naciones Unidas (ONU), que tiene como objetivos "mantener la paz y la seguridad internacionales, y ,con tal fin, tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz y para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz, y lograr por medios pacíficos y de conformidad con los principios de justicia y de derecho internacional el ajuste o arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir al quebrantamiento de la paz". La Carta prohíbe la amenaza o el uso de la fuerza sin que sea autorizada por el Consejo de Seguridad, excepto que sea en defensa propia o contra un ataque armado, pero, en estos casos, solo hasta que actúe el Consejo de Seguridad (Capítulo VII: Acción en el caso de amenazas a la paz, quebrantamientos de la pacto o actos de agresión). Resulta indiscutible que con la invasión militar de Ucrania el gobierno ruso incumple este mandato de la Carta de las Naciones Unidas y viola el derecho internacional. Incumple un mandato y viola un derecho que Rusia también aprobó en su día.


Por si esto no fuese suficiente, el gobierno ruso, principalmente con sus bombardeos que obligan a huir la población civil, está incumpliendolos Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos adicionales que contienen las principales normas destinadas a limitar la barbarie de la guerra y a proteger la población civil. Normas que son consideradas la piedra angular del derecho internacional humanitario.


En este recorrido por el derecho internacional conviene hacer referencia a los Principios de Núremberg que forman un conjunto de directrices que sirven para determinar qué constituye un crimen de guerra contra la humanidad y contra la paz y que fueron elaborados por la Comisión de Derecho Internacional de las Naciones Unidas. Por caso, el Principio VI establece que ".... son castigables como crímenes bajo leyes internacionales...A) Guerra de Agresión: (i) La planificación, preparación, iniciación o comienzo de una guerra de agresión o una guerra que viole los tratados internacionales, acuerdos o promesas".


Luego de este pequeño recorrido por el derecho internacional a los lectores de este artículo le deberán quedar pocas dudas que con su invasión de Ucrania, el gobierno ruso viola el derecho internacional y comete un crimen de guerra.


Si pasamos del derecho internacional a la visión política y humana tampoco hay dudas de que, como viene de declarar la prensa internacional mi admirado Noam Chomsky, "la invasión rusa de Ucrania es ungrave crimen de guerra comparable a la invasión estadounidense de Irak y la invasión de Polonia por parte de Hitler-Stalin en septiembre de 1939 por poner solo dos ejemplos relevantes. Es razonable buscar explicaciones, pero no hay ninguna justificación ni atenuante".


Es razonable pensar que Occidente quizás no hizo todo lo que podía para evitarla guerra, pero eso ni justifica ni atenúa lo que es un crimen de guerra.

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