Ancianos de A Pontenova denuncian "represalias" por criticar la pobre alimentación de la vivienda comunitaria
Los usuarios denuncian "amenazas" y "presiones" de la dirección, que ha expedientado a un usuario para, después, trasladarlo a otro centro a 200 kilómetros de distancia.
Una de las denuncias más recurrente de familiares y usuarios de los geriátricos gallegos es la mala alimentación que reciben los residentes. Comida escasa, sin productos de temporada, de mala calidad, sin apenas aporte nutricional... Esa es la queja de los usuarios de la vivienda comunitaria de A Pontenova, que llevan meses denunciando la comida del lugar recibiendo, a cambio, "represalias" por parte de las autoridades.
TRASLADOS, AMENAZAS...
Según relatan desde el Sindicato Labrego Galego, los usuarios han sufrido "situaciones de violencia" como resultado de sus quejas. "Presiones, represalias, provaciones...", enumeran en el comunicado del sindicato, donde añaden que, incluso, uno de los usuarios ha sido expedientado por quejarse "al que se le acusó de amenazar al resto de personas de la vivienda, sin que se pudiesen acreditar tales amenazas".
"Se solicitaron a la Xunta copias de las actuaciones incluidas en el expediente sin obtener respuesta, lo que obligó a la persona afectada a presentar una queja ante la Valedora do Pobo", agregan desde el SLG, ya que fue a partir de esa solicitud que se incrementaron las presiones sobre los usuarios, que hablan de "un maltrato continuado por parte de la dirección".
Por esto, aseguran, algunos usuarios fueron asistidos por "crisis de ansiedad" en el PAC de Meira y algunos terminaron siendo derivados al Hospital Lucus Augusti. Mientras, las denuncias presentado "no son atendidas o no se resuelven, escuchando únicamente a las personas denunciadas, sin dar audiencia a los denunciantes ni a los testigos".
La tensión parece haber escalado en las últimas semanas con la apertura de un nuevo expediente a otro usuario, que terminó siendo trasladado a otra vivienda comunitaria a casi 200 kilómetros de distancia de A Pontenova en "una medida cautelar adoptada sin previo aviso". "El documento incluye acusaciones graves, como que personas plenamente capaces estarían siendo manipuladas y no sabrían lo que firman al denunciar lo maltrato", acusan desde el sindicato, que ven un "carácter punitivo" en las acutaciones llevadas a cabo sobre algunos usuarios con "acusaciones sin fundamento sólido" y que parecen querer "atermorizar" al resto de ancianos y que desistan en sus quejas.
"Desde el Sindicato Labrador Gallego consideramos esta situación especialmente grave al tratarse de personas mayores con discapacidad y en situación de especial vulnerabilidad por su salud. Es responsabilidad de la Xunta de Galicia velar por su bienestar, asegurar que se garantiza sus derechos a un trato digno, alimentación adecuada, la que sean escuchados y respetados", concluyen desde el sindicato, que comparte también las quejas que se han reportado en otros lugares, como la residencia de Ortigueira, o en le servicio de Xantar na Casa.
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