¿Moción de censura o esperpento?

Es difícil calificar lo sucedido días atrás en el Parlamento español porque si acudimos a lo que se define constitucional y legalmente como moción de censura claro está que no fue eso. ¿Qué fue entonces? Un esperpento político protagonizado por un partido (VOX) que demuestra claramente que no respeta a la democracia y por un señor (Ramón Tamames) a quien los años le juegan malas pasadas pero no disculpan su apoyo claro a la extrema derecha: si le debe juzgar por lo que dice y hace hoy en día no por lo que decía y hacía hace décadas. 

¿Por qué no fue una moción de censura?. La moción de censura está regulada por la Constitución española (art. 113). Se trata de un procedimiento parlamentario que permite al Congreso de los Diputados retirarle la confianza al Presidente del gobierno, que tendrá entonces que dimitir, lo que lleva acarreado el cese del Gobierno en pleno. Un procedimiento que exige la presentación de un candidato alternativo al Presidente y un programa de Gobierno. Ninguna de estas dos condiciones se dio en la sesión parlamentaria -ni candidato ni programa- por lo que cabe calificarla como esperpento político que deja en muy mal lugar a sus promotores (VOX) y al defensor de la moción (el señor Ramón Tamames).

Que no fuese una moción de censura propiamente dicha no significa que no permita una serie de lecturas políticas, sacadas de las distintas intervenciones por los diferentes lideres y lideresas, que sí tienen su interés. En primer lugar las intervenciones del señor Santiago Abascal, Presidente de VOX, dejaron en evidencia que la extrema derecha española es bastante más ultra que sus homólogas en Europa (Francia, Italia, Suecia, Polonia...). Basta para confirmarlo citar alguna de sus desafortunadísimas intervenciones como, por caso, cuando califica al Presidente de Gobierno, el señor Pedro Sánchez, de indigno, mentirán, déspota, cruel... O cuando para criticar la ley trans llama degenerados a los activistas LGTBI. Sus insultantes alusiones a ley del "solo sí es sí" -acusando de favorecer que crezcan los delitos de violación cuando la OCDE dice que España mejora en igualdad gracias la esa ley-. Cuando para criticar la Ley de la memoria histórica acusa a sus promotores de estar empeñados en profanar tumbas... Todo un cúmulo de barbaridades que dejan en evidencia el subrayado anteriormente -que la extrema derecha española es la más ultra de Europa- algo que debería poner en alerta a todos los demócratas.

Que la línea que supuestamente debería separar la derecha democrática (PP) de la extrema derecha (VOX) es tan fina que en la práctica no existe. Por si había dudas, el debate de investidura dejó muy claro, para quien lo quiera ver, que si las próximas elecciones generales dan mayoría parlamentaria la suma del Partido Popular (PP) y VOX, estos habían gobernado juntos. Una opción que supone inequívocamente que el Partido Popular (PP), como estamos comprobando en los gobiernos de comunidades autónomas (Castilla León, Andalucía, Madrid...), no tendrá problemas por asumir muchos de los enunciados de VOX. Esto también confirma que el Partido Popular (PP) en lo que es equiparable a muchas de las derechas democráticas de Europa. El propio comportamiento de su Presidente, el señor Núñez Feijóo, faltándole al respeto al Parlamento no acudiendo la moción de censura no casa con lo que se espera de un líder demócrata: por caso, desde la Comisión Europea -liberalconservadora- vienen de pedirle que haga "una oposición constructiva".

Finalmente, no resulta arriesgado subrayar que esta moción de censura seguramente favoreció al gobierno de turno (PSOE/UP). El contraste entre las intervenciones, tanto en la forma como en el fondo, de los portavoces de VOX y PP y de los líderes del PSOE (Pedro Sánchez) y UP (Yolanda Diaz) fue tan brutal que, a pesar del que nos quieran convencer las encuestas "ad-hoc", es seguro que el gobierno de turno (PSOE/UP) tiene hoy más cerca la posibilidad de repetir que ayer, pero puede que menos que mañana. Realmente esa posibilidad está más en sus manos que en las de la oposición.