Alberto Nuñez Feijóo concluye mañana trece años como presidente de Galicia. ¿Ha sido un buen mandatario para el país? La respuesta a esta cuestión dependerá, sin duda, de la ideología del interpelado. Ahora bien, ¿qué dicen los datos? Analizamos la evolución demográfica del país durante su mandato, ya que la demografía es una de las variables clave para saber cómo le va a un territorio.
¿Son muchos o pocos los 7.000 avales que entregó Alfonso Rueda para su candidatura a presidir el Partido Popular de Galicia? Muchos, si los comparamos con los precedentes previos, pues son más de los que tuvo Feijóo en sus reelecciones. No tantos, en proporción al tamaño de la militancia conservadora en Galicia.
Una actuación para la que el gobierno español y las autonomías precisan de disponer de los oportunos recursos públicos que solo pueden venir por dos vías: tributos y deuda pública.Por otra parte, en esta coyuntura depresiva una bajada de impuestos con toda seguridad provocaría el efecto contrario lo que se anuncia al favorecer un aumento del consumo de las familias que haría crecer la inflación a causa de un exceso de demanda.He ahí porque una bajada de impuestos sería totalmente contraproducente pues ahondaría de inmediato en la recesión lo que dispararía el desempleo -cuando está dando señales muy positivas- y la desigualdad al tiempo que haría crecer el déficit y la deuda pública.
"Fun feliz por defender os intereses de Galicia", concluyó el de Os Peares, prometiendo estar siempre "ao servicio de todos os galegos" porque "seguirei servindo a terra nai".
El núcleo duro de colaboradores del presidente, incluída su mano derecha en los medios Mar Sánchez, abandonará en breve San Caetano.
El presidente de la Xunta sigue centrado en la política estatal cuando aún le queda, aproximadamente, un mes como máximo mandatario de Galicia. Hoy ha presentado su plan económico, tras reunirse ayer con sindicatos y empresarios, encuentro que le sirvió para esquivar la investidura del pacto con Vox en Castilla y León.
Feijóo insiste en que el proceso de su relevo será rápido y ordenado. Con todo, no está siendo ágil por ahora y es evidente que cunde el nerviosismo en el PPdeG mientras él, por algún motivo, sigue sin refrendar a su eterno delfín.
El obstinado silencio de Feijóo no hace más que alimentar los rumores en torno a su relación personal con el eterno vicepresidente, que ya fue mejor de lo que es. Por eso, los que antes daban el ascenso de Rueda por hecho, ahora se atreven, si no a cuestionarlo, al menos sí a pedir un congreso extraordinario. Una cita en el que los barones provinciales -como Calvo y Baltar- podrían exigir una cuota de poder a cambio de no presentar batalla.
Formalmente, Feijóo no será presidente del Partido Popular hasta mañana, pero toda la escenografía ya apunta a él, pues no tiene candidato. El gallego intervendrá a última hora de la tarde del viernes, precedido por outro platos fuertes como los discursos de Ayuso, Rajoy o Aznar. Con todo, el morbo estará en lo que diga el defenestrado Pablo Casado, que en principio no se cruzará con Ayuso en el escenario.
El político da a entender a preguntas de Galiciapress que se llevará a algún conselleiro a Madrid, aunque aún cargo compatible con sus responsabilidades en los ultra. Algo que sin duda criticaría la oposición, que está harta de un Feijóo más pendiente de su carrera estatal que de sus obligaciones de gobernante en el país.
No es posible enviar a un paciente a una consulta de Cardiología, Neumología, Neurología, Dermatología, etc. Tenemos que enviar un informe previo y el departamento responderá qué hacer con el paciente (3-4 días). "Tenemos una lista de espera para ser incluidos en la lista de espera". Es una pena.
El presidente gallego sin cerrar su sucesión ni en el PP de Galicia ni en la Xunta y capeando críticas por sus continuos viajes. "Feijóo tiene todo el derecho a andar de mítines, pero que se lo pague el PP", le espetó hoy el presidente de la Deputación de Lugo.