Las duras declaraciones de los representantes de estas dos provincias apuntan a que desisten de intentar desatascar el bloqueo en la CEG
Por un lado las confederaciones de empresarios de Pontevedra, Ourense y las sectoriales. Por otro, las A Coruña y Lugo. Este es el panorama que se vislumbra tras fracasar la reunión clave de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG).
La patronal gallega esperaba salir de su letargo en una asemblea esta semana. Sin embargo, las luchas cainitas entre las distintas federaciones se han reactivado en las últimas horas.
El histórico líder coruñés Antonio Fontela lleva meses alimentando la ilusión de un inversor gallego que compre Alcoa A Coruña. Hoy lo ha vuelto hacer, sin desvelar la identidad de ese presunto comprador y, de paso, cargando contra el gobierno para que baje la electricidad a la industria. No es el único mensaje crítico con el ejecutivo del PSOE, a quien culpa de sacrificar 75.000 empleos al subir el salario mínimo.
Tras la dimisión de Antón Arias, los empresarios gallegos elegirán quién será su máximo representante
No llegó a cumplir un año al frente de la Confederación de Empresarios de Galicia, en crisis y dividida.
Antón Arias dijo que vería bien que se celebrase un referéndum pactado y abogó por la negociación entre Rajoy y Puigdemont.
El presidente de la CEG augura efectos "muy importantes" en la economía si se hace indefinida a partir de este próximo jueves.
El equipo directivo saliente dio su visto bueno a las cuentas anuales de 2016 y aprobó la propuesta de presupuesto de 2017, con 1,67 millones.
Advierte que es "malo" para la economía gallega, aunque asegura que con la Xunta se halla "dentro de los cauces normales" de relaciones.
Antón Arias cree que la actitud de la patronal pontevedresa responde al temor a que "las cuotas de poder que tenían algunos, las pierdan".
Mantiene sus valoraciones críticas con la reforma laboral, pero matiza las palabras sobre los sueldos.
Tras una reunión entre Cebreiros y Arias, el presidente de los empresarios pontevedreses ha ratificado sus diferencias con el presidente de la CEG.
Reclama a patronal gallega tomar medidas para abordar su crisis y señala que la viabilidad "no pasa solo por firmar una hipoteca".
Pese a no contar con los apoyos de Ourense y Pontevedra, ha confiado en que "impere el sentido común" y el trabajo "a favor de la institución".
Dice que la economía está "anémica por falta de consumo" y critica la reforma laboral por haber generado "una precariedad elevadísima".
Ha logrado el apoyo de 100 personas y el rechazo de 64, en una cita en la que el voto delegado ha vuelto a ser muy numeroso.
Cebreiros ha apuntado que el que la CEG consiga salir de su crisis interna "dependerá mucho del nuevo presidente que salga mañana".