Que no están preocupados por el impacto que la pandemia está teniendo sobre muchísimas familias y empresas también se pone de manifiesto en la reiterada oposición y crítica a la mayoría de las medidas que el gobierno español aprueba para combatirla.
Estos días los comentaristas políticos afines y hasta enemigos irreconciliables, saben reconocer que Casado ha estado, como mínimo, brillante, y que con su oratoria nada usual se ha abierto de par en par el océano de votos en el que ganar unas elecciones generales ya que ha centrado su partido y puede pescar en los caladeros de Ciudadanos y de la izquierda liberal, mientras que estanca a Vox en una especie de pantano de la tranquilidad en el que solo le espera una vaciado lento pero continuo de su caudal para desesperanza de sus airados mentores.
El líder conservador sigue implicándose a fondo en la campaña gallega del PPdeG, cubriendo los huecos que deja el presidente de la Xunta, atareado con el rebrote de coronavirus en Lugo. Un repunte que Casado dice está localizado por lo que no hay que caer en el "alarmismo".
El presidente del PP, Pablo Casado, visitará este jueves la empresa Transportes Aníbal Blanco en Ourense, y volverá de nuevo a Galicia, donde ya ha estado en varias ocasiones durante la campaña para las elecciones del 12 de julio, este sábado, según fuentes del partido.
El líder de Partido Popular en España está cubriendo el hueco en campaña del mandatario gallego que, como los otros candidatos, se centra en preparar el debate del lunes por la noche en la CRTVG.
El líder del PP estatal desembarcará en Galicia pocas horas después del fin del estado de alarma para arropar a un Feijóo con el que ha tenido ya más de un roce político. Una indicación clara de la imporantancia que para los 'populares' tienen a nivel estatal las elecciones gallegas, única cita donde aspiran a sacar pecho vistas las pobres expectativas que les dan las encuestas en el País Vasco.
Una historia que nos muestra como una baja participación en las elecciones autonómicas favoreció siempre, excepto contadas excepciones como en el año 2009, a las fuerzas conservadoras (PP).Unas elecciones que si bien se celebrarán finalizado el estado de alarma no resulta fácil, al día de hoy, vaticinar como será la situación real en el país tanto a nivel sanitario como muy especialmente a nivel psicológico.
El acuerdo al que, parece ser, han llegado el presidente del Gobierno de España, el Señor Sánchez y el líder de la oposición Señor Casado es, sin duda, una buena noticia para todos.
El alcalde de Ourense, que llegó al gobierno auriense gracias al apoyo de los populares, arremetió contra Pablo Casado y sus asesores por su estrategia política al decidir votar no a Pedro Sánchez en la sesión de investidura.
Me consuela que su historia centenaria, la parte buena de la misma, les servirá mucho de ayuda y que la libertad de expresión todavía está vigente, aunque han pasado cosas muy raras en el último mes en las relaciones del Gobierno con los medios de comunicación.
En Ciudadanos Galicia no están por la labor de picar en la oferta de Pablo Casado de constituír una 'Galicia Suma' antes de las autonómicas de 2020. Al menos no por ahora. Consultadas fuentes oficiales del partido naranja en Galicia por Galiciapress, se remiten a las declaraciones de la portavoz estatal, que ayer cualificó los acercamientos del PP de "bulo".
"Lo máximo que podemos hacer, y los españoles han entendido, es que le demos garantía de estabilidad y de gobernabilidad", ha afirmado el líder del PP.
La puesta en escena de Mariano Rajoy y Felipe González apostando por el pacto en un debate conjunto encuentra eco casi inmediato. Primero fue ayer Pedro Sánchez quien -también en el foro Vínculo Atlántico de A Toxa- recogió el guante y hoy es Pablo Casado quien, de mitin por Galicia, se abre a pactar con los socialistas. Una idea que, por cierto, aplaude Feijóo, porque sabe que desmovilizaría a las bases del PSdeG.