La red fraudulenta tumbada por Twitter se aprovechó de la cuenta real del presidente del presidente de la Xunta y de otros cargos del PP gallego, ayudándoles al mismo tiempo a ganar relevancia. Hasta en 74 ocasiones en solo cinco días los perfiles fraudulentos citaron a @FeijooGalicia con mensajes laudatorios.
Es el triunfo de la incapacidad de los nuevos políticos para tragarse su orgullo de gallitos e intereses partidistas.
El presidente gallego también se ha mostrado crítico en anteriores ocasiones con Cayetana Álvarez de Toledo, recientemente nombrada portavoz parlamentaria.
La grieta entre la estrategia de Alberto Nuñez Feijóo y Pablo Casado se ensanchará aún más hoy. El líder del PP estatal ya ha filtrado que propondrá a Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz en el Congreso en la Junta Directiva Nacional que se celebra en Génova.
Ha sido una jornada parlamentaria intensa, incluso apasionante, como no la habíamos visto y escuchado hace varias legislaturas.
Estos días la investidura de Pedro Sánchez para seguir en la Moncloa se está complicando, más de lo que era previsible.
De seguir el PP su plan, tanto la Comunidad de Madrid como el Ayuntamiento serían socialistas. Algo que debilitaría más el frágil liderazgo de Pablo Casado. Al mismo tiempo, el presidente defiende pedir el apoyo de la ultraderecha para gobernar. Eso sí, sin compartir ejecutivo con los de Abascal.
Barcelona y Madrid han sido, esta vez, las estrellas de la pelea estelar entre un socialismo muy táctico y sus dos bestias negras: la derecha popular con sus dos apéndices y, por supuesto, el independentismo.
La puesta en escena de las declaraciones de los líderes siempre es importante. En demasiadas ocasiones esconden lo sucedido en los despachos y nada tiene que ver con lo que explican a los medios y estos transmiten a la ciudadanía.
En la primera toma de contacto del presidente del Gobierno en funciones con los partidos tras las elecciones generales del 28 de abril.
Defensa del legado de Rajoy, críticas al "contradictorio" discurso de Casado y duro ataque a Vox. Estan son algunas de las conclusiones que saca el presidente gallego de la debacle del PP el #28A. Un Feijóo que, por cierto, ha sido nombrado hoy por otro dirigente de su partido como parte de la solución a esta crisis.
¿Ha girado el PP hacia la ultraderecha con Pablo Casado? Hasta las elecciones, Alberto Nuñez Feijóo negaba esta evidencia una y otra vez. Pero ya no. Hoy el presidente de la Xunta se ha destapado con unas declaraciones en las que muchos interpretarán como un intento de moverle la silla al todavía líder estatal. Y es que ahora el mandatario gallego reclama un PP más abierto, incluso a gente de centro izquierda.
Lo razonable es que aquí y ahora se formara un Gobierno a la alemana con socialdemócratas y derecha civilizada, un gabinete con fortaleza parlamentaria suficiente para los cuatro próximos años que enderezara la inestabilidad política.
El primer mensaje del mandatario gallego es que hay que "unir el voto del centro de la derecha". Mensaje que es precisamente el que ya están mandando muchos próceres conservadores españoles. Una hipotética refundación si podría llevar a Feijóo a Madrid, arriesgada apuesta que por ahora él no parece dispuesto a jugar.
Con estos resultados, el PSOE puede elegir socio de gobierno: o lo hace con Podemos, con el apoyo del PNV o la otra acción se llama Ciudadanos.
¿Mantendrá Feijóo su compromiso con los gallegos de agotar la legislatura? El magnitud del descalabro del PP en España es de tal calibre, que esta misma noche empezarán a moverle la silla a Pablo Casado. En la mentes de todos estará Feijóo como sustituto, para corregir el rumbo de un PP escorado a la extrema derecha, rumbo que se ha demostrado un absoluto fracaso electoral.