La incansable lucha de los trabajadores obliga a la multinacional a sentarse de nuevo a negociar al venta de la planta. El plan ahora es que la compre la sociedad pública SEPI para después, en su caso, trasladarla al gigante industrial Liberty House.
La empresa alega que no puede negociar bajo amenazas y manda dar la vuelta al vehículo que llevaba a sus representantes a la reunión para cerrar el ERE. Los trabajadores acusan a la multinacional de no querer cerrar la venta de la empresa. El Gobierno les pide calma y prudencia, pero mañana hay una protesta frente al Parlamento, en Santiago.
Mientras tanto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido a Alcoa que reconsidere su decisión de despedir a 534 trabajadores de su planta de San Cibrao, en Lugo, y que ofrezca una respuesta distinta capaz de mantener las capacidades productivas en la comarca, sobre todo después de haber recibido "una cantidad de millones de ayudas" por parte del sector público en los últimos años.
La multinacional norteamericana está acelerando todo lo que puede el desmantelamiento de la planta de aluminio. Alcoa mantiene una posición de dominio en el sector, al ser también una de las pocas productoras europeas de alúmina, la materia prima del alumino; por lo que en gran medida es capaz de jugar con la oferta y la demanda en su beneficio.
Alcoa ha afirmado que la producción de aluminio primario en España "sigue siendo inviable" a pesar de las medidas propuestas por el Gobierno en el estatuto electrointensivo, ya que no permiten obtener un precio competitivo de la energía para la industria española.
Desde el comité de empresa de la fábrica de Cervo creen que, una vez superado este trámite, el Gobierno tiene, por fin, todo listo para aprobarlo definitivamente en el Consejo de Ministros de la próxima semana.Con todo, los trabajadores son cautos.
El comité de empresa de Alcoa San Cibrao ha expresado su descontento tras la reunión mantenida el pasado martes con la ministra de Industria, Reyes Maroto, en su visita a la factoría ubicada en Cervo (Lugo). "La reunión no la podemos calificar de positiva porque el precio (de la energía) no nos lo ponen al nivel de Francia o Alemania", ha indicado el comité de empresa, Xosé Paleo.