El problema es que el polémico cambio de estrategia de la Xunta y del Estado -no haciendo PCR a quien no tenga síntomas si no es de un colectivo especial- distorsiona los datos. De lo que no hay duda es que el colapso en Atención Primaria no se puede descartar en los hospitales, con 33 hospitalizados más en dos días, aunque hay margen para evitarlo.
Ómicron ha puesto patas para arriba el débil sistema de rastreo en Galicia y en España. Con los nuevos protocolos, detallados hoy por el SERGAS, las administraciones renuncian a contener la ola y se centran en proteger la salud solo de los más vulnerables y la economía.
Por ahora no hay ningún dato sobre su transmisibilidad, capacidad de escapar a las vacunas y virulencia, dado lo reciente del descubrimiento en el sur del país galo.
Las cifras de positivos comunicadas por el SERGAS esta jornada superan todos los registros, además sin que se batan los récords de PCR.
Son malas noticias, porque parece que el fuerte alza de positivos en Galicia no se explica, al menos no primordialmente por ahora, por Ómicron. Esta cepa es más contagiosa y pronto será dominante en el país, como ya sucede en otras zonas de Europa.
La Xunta va a esperar aún más, por lo menos hasta la reunión de presidentes autonómicos el miércoles, antes de dictar posibles las medidas para la Navidad. La situación de Cataluña es ligeramente mejor que la gallega. La incidencia catalana es de 548 casos por cada 100.000 habitantes en dos semanas, la gallega es de 567; según los datos oficiales del Ministerio de ayer.
Es la que más porcentaje de dosis ha puesto respecto a las recibidas. Galicia también es la comunidad que más inyecciones ha puesto en proporción a su población. Solo Asturias está por delante en el porcentaje de personas que han recibido la pauta completa contra el coronavirus en cada comunidad autónoma de España, con un 85,3% de cobertura.
El tenista español Rafa Nadal ha dado positivo por la COVID-19 tras regresar de su participación en el torneo de Abu Dhabi, donde reapareció después de casi cinco meses alejado de las pistas por sus problemas en el pie de izquierdo, anunció el propio jugador en su cuenta oficial de Twitter.